¿Tiene mi perro el Síndrome de Cushing?

Por el Vet. Esp. Elber Soler Arias

Lo primero que tienes que saber es que ésta enfermedad puede ocurrir de forma “natural” y también puede generarse por el uso crónico de corticoides, especialmente comprimidos (ej. prednisolona) o incluso en forma de cremas de uso tópico (ej. betametasona, hidrocortisona). En caso de ser natural puede tener dos orígenes (Figura)

¿Cuáles son los signos de esta enfermedad?

Los signos generales que puedes notar son:

  • Consumo excesivo de agua (pueden llegar a tomar más de 100 mililitros por cada kilogramo de su peso en 24 horas).
  • Excesiva producción de orinar (aumento en el volumen y frecuencia de las micciones)
  • Apetito excesivo (Incluso voraz)
  • Jadeo intenso (incluso en reposo)

Se debe tener presente, que estos signos también son comunes a otras enfermedades en el perro, especialmente a la Diabetes mellitus, que en algunos casos puede estar presente junto con el Síndrome de Cushing.

Los signos físicos típicos que puedes notar son:

  • Caída generalizada del pelo sobre todo en el tronco
  • Crecimiento de la panza (abdomen voluminoso)

  • Atrofia muscular (en piernas y brazos).

Sin embargo, NO todos los perros tienen el aspecto físico típicos del Síndrome de Cushing.

¿Cómo se llega a su diagnóstico?

Para el diagnóstico del síndrome de Cushing en perros se requieren tres elementos fundamentales:

1. Signos clínicos (previamente mencionados) y hallazgos físicos (recordar que no están presentes en todos los perros).

2. Análisis de sangre y pruebas hormonales específicas:

Los hallazgos más relevantes en el análisis de sangre de rutina son:

  • Aumento de la fosfatasa alcalina (enzima hepática)
  • Aumento del colesterol y/o triglicéridos (lípidos de la sangre)

Las pruebas hormonales especificas más empleadas son:

  • Relación cortisol:creatinina en Orina (determina exceso de cortisol)
  • Test de supresión con dexametasona (descarta el exceso fisiológico de cortisol).

3. Evaluación ecográfica de ambas glándulas adrenales.

Se debe determinar la forma y tamaño de AMBAS glándulas adrenales, por los que se requiere de un ecografista con experiencia.

4. Imágenes de la glándula hipófisis: puede ser por tomografía o resonancia magnética del cerebro.

  • Debido a que la mayoría de los perros tienen un tumor muy pequeño en la hipófisis, la mejor opción es la resonancia magnética. Sin embargo, este método solo debería contemplarse sí el resultado de la misma ofrece verdaderos beneficios en cuanto al diagnóstico y tratamiento (especialmente aquellos con signos neurológicos). También debe considerarse:
  • ¿Se cuenta con un equipo de resonancia magnética con capacidad suficiente (campo magnético- teslas) para lograr una imagen con buena definición, que sea interpretable?
  • ¿El animal está en condiciones de ser sedado o anestesiado?

¿Tiene tratamiento el síndrome de Cushing? y ¿cuál es el mejor?

Una vez realizado el diagnóstico correcto de esta enfermedad, debemos elegir el mejor tratamiento con base en la severidad de los signos clínicos, presencia de otras enfermedades asociadas, efectividad de cada tratamiento, según el origen de la enfermedad (hipófisis o glándulas adrenales) y el riesgo-beneficios de ser tratado con cada una de las opciones disponibles en el contexto de cada región.

Tratamiento con fármacos:

  • Medicamentos que actúan en el tumor hipofisario: Cabergolina, Ácido retinoico.
  • Medicamentos que actúan sobre las glándulas adrenales: Ketoconazol, Trilostano (ONCOVET TL)

Tratamiento Quirúrgico (Cirugía de los tumores adrenales)

El mejor tratamiento para el síndrome de Cushing depende de cada caso en particular y debe ser evaluado por un endocrinólogo veterinario. En el caso de los tumores adrenales el tratamiento curativo es el quirúrgico con previa estabilización farmacológica. Salvo los casos de Macro-adenomas hipofisarios, el fármaco de elección es aquel que bloquea la síntesis del cortisol Trilostano “ONCOVET-TL”, el cual ofrece muy buenos resultados y beneficios en la mayoría de los pacientes con tumores en la hipófisis y en las glándulas adrenales.

¿Qué pasa si no trato el síndrome de Cushing?

Los perros que no reciben tratamiento pueden desarrollar múltiples complicaciones con el tiempo, como diabetes mellitus, enfermedades cardiacas, enfermedades renales, crisis respiratorias, signos neurológicos, problemas pancreáticos e infecciones urinarias y de la piel entre muchos otros.

Recomendación final

Debido a que en muchos casos el diagnóstico y tratamiento del Síndrome de Cushing resultan complejos, la mejor opción es siempre solicitar ayuda a un especialista en endocrinología veterinaria.

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